Ficha: Tratamientos de superficies. Cromado electrolítico manual: Exposición a cromo hexavalente.

Autor:    BASEQUIM (Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo)

El proceso de recubrimiento electrolítico consiste en sumergir la superficie a tratar en un electrolito que posee los iones del metal a depositar. La pieza a recubrir constituye el cátodo de la cubeta electrolítica, mientras el ánodo está formado por piezas de gran pureza del metal que se deposita. Estas piezas tienen como misión mantener constante la concentración de los iones metálicos en el electrolito. Si el metal a depositar es cromo, el proceso se denomina cromado electrolítico. Los principales tipos de cromado son:

• cromado decorativo, en este proceso se depositan capas finas de cromo sobre la superficie para mejorar el aspecto de piezas tales como herramientas manuales, pomos, tiradores, accesorios de baño y piezas de automoción. Este tipo de cromado crea un acabado final blanco azulado y reduce la oxidación;

• cromo duro, proceso en el que se deposita una capa de cromo gruesa que proporciona resistencia a la corrosión y al desgaste. Se usa para componentes industriales que deben soportar grandes esfuerzos de rozamiento, de impacto o altas temperaturas, tales como asientos de válvulas, cojinetes, cigüeñales, ejes de pistones, etc. También se utiliza para que un elemento desgastado recupere sus dimensiones;

• cromado de conversión, tratamiento superficial que proporciona resistencia a la corrosión. Esta protección se consigue por medio de una fina capa que interactúa con el metal base.

Este tipo de procesos pueden utilizar cromo trivalente o cromo hexavalente. El uso de uno u otro dependerá de las características en cuanto a aspecto, dureza y resistencia a la corrosión que se pretende aportar al material una vez realizado el tratamiento superficial. La situación de trabajo a considerar en esta ficha es el cromado de cualquiera de los tipos descritos, utilizando cromo hexavalente, en proceso manual en el que las tareas se desarrollan a pie de cuba.

Las piezas a tratar son introducidas a una determinada temperatura en cubas electrolíticas ácidas que contienen trióxido de cromo (conocido como ácido crómico) en las que se hace circular una corriente eléctrica continua para generar la capa de cromo sobre la pieza.

En el caso de piezas pequeñas, las tareas serían las siguientes: • introducir el bastidor con las piezas colocadas en la cuba,

• conectar el bastidor a la placa,

• soltar el bastidor una vez finalizado el proceso electrolítico,

• extraer el bastidor con las piezas cromadas de la cuba,

• introducir el bastidor en otra cuba para la limpieza de la superficie cromada.

Si las piezas son grandes la sujeción, en lugar de realizarla con bastidor, se puede hacer con elementos adecuados a las dimensiones de las piezas a cromar, y la limpieza, utilizando por ejemplo, manguera en lugar de cuba de limpieza. Durante las tareas de cromado el trabajador puede estar expuesto a los agentes químicos presentes en las cubas (cromo, ácidos fuertes, etc.).

La exposición se produce principalmente:

• por vía inhalatoria, debido a la presencia de aerosoles procedentes de las cubas (las burbujas de hidrógeno generadas en la electrolisis producen la formación de nieblas del electrolito) o generados durante las operaciones de extracción e introducción; • por vía dérmica, como consecuencia de salpicaduras, depósito sobre la piel del aerosol que ha pasado al ambiente o bien por contacto directo con el producto o con superficies contaminadas.

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